miércoles, 14 de noviembre de 2018

¡Huelga, huelga, huelga... de estudiantes?

Las huelgas son una de las herramientas que los trabajadores han utilizado en los últimos doscientos años para conseguir derechos laborales: vacaciones pagadas, jornadas de 8 horas, seguridad laboral... En el 68, el testigo del movimiento sindicalista pasó de los trabajadores a los estudiantes. Pero ¿qué es una huelga estudiantil? ¿De verdad los estudiantes necesitamos una?

Para empezar, en España no existe una Ley Orgánica que regule las huelgas—es la última «gran ley» que falta por redactarse—, conque difícil definir una huelga para un colectivo que no trabaja... Sin embargo, el principal problema no es el vacío legal: es el vacío de apoyo social.

¿Quiénes convocan la huelga? El Sindicato de Estudiantes. ¿Quiénes son esta gente? Llevo un lustro en la Universidad y todavía no lo sé. Tan solo se pasean un par de veces al año, sueltan cuatro panfletos, convocan dos manifestaciones y se «suspenden» las clases por huelga. ¿Y el resto del año? Nada: ni los estudiantes los conocen —mucho menos elegimos quiénes llevan ese tinglado—, ni realizan ninguna actividad, ni se presentan siquiera a principio de curso para los nuevos...

¿Con dos huelgas que se convocan cada curso se soluciona algo? No. Si un día faltas a clase en la Universidad, no ocurre nada: el mundo sigue girando y mañana te encontrarás el mismo sistema educativo que ayer. Los cambios se realizan desde múltiples vertientes: con protestas, con huelgas, con asambleas donde los estudiantes expongan sus inquietudes, con una defensa formal en las instituciones, con visitas a los despachos de los mandamases, votando en las elecciones...

¿Los estudiantes quieren ir a la huelga? Sí, para saltarse clase y publicar un par de stories diciendo: "¡Arriba la huelga!". Eso no es espíritu de lucha: es interés de Andrés. El sistema educativo no se soluciona con dos huelgas ni tus problemas, con dos tuits.

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